Visitamos la Fundación COLOR ESPERANZA, que trabaja con personas con capacidades diferentes y muy especialmente con aquellas con trastornos psiquiátricos, con la cual venimos manteniendo desde hace un tiempo una estrecha relación de acompañamiento mutuo.
Recorrimos las instalaciones acompañado por su presidenta Malvina Veloz, quien muy amablemente con su cuerpo de profesionales nos mostraron de qué manera se trabaja con los pacientes con estas patología incluyendo a los de más alto riesgo y de todas las edades y sexo.
En la recorrida lo que más me llamo la atención es el espacio amplio y agradable tanto en las aulas de trabajo como en las habitaciones de los internados.
Malvina nos decía lo difícil que es contar con ayuda gubernamental, a pesar que el mismo estado nos llama a manudo para poder internar a alguien, dado que ellos no cuentas con lugares de especialidad, sobre todo a lo que se refiere al afecto, dado que estos pacientes necesitan mucho de los lazos familiares.
Cabe recordar que en La Matanza es muy poca la atención de salud mental y que cualquier caso de internación lleva a los pacientes fuera del distrito a localidades lejanas, con el consiguiente desarraigo familiar, porque son pacientes de familias sin recursos que luego no pueden trasladarse a estos lugares generando las visitas distanciadas o el abandono.
La Fundación COLOR ESPERANZA, funciona en el predio que esta le alquila a la iglesia en el Ateneo Don Bosco en nuestra localidad de Ramos Mejía, con una capacidad de unos 130 internados ambulantes y casi 40 internados de 24 hs.
Es formidable la tarea de los profesionales y auxiliares en el trabajo cotidiano, más allá de lo profesional, sino, en lo afectivo.
Agradeciendo a Malvina que siempre que le solicitamos colaboración en esta problemática nos abrió la puerta, no solo a nosotros, sino, porque una familia que sufre esta patología es un familia desesperada; dándole a cada uno de ellos tranquilidad y contención.
Desde nuestro espacio como concejal de La Matanza, seguiremos apoyando y fundamentalmente dando a conocer este trabajo para que muchos se sumen a colaborar para ayudar.
Gracias a Malvina Veloz, presidenta de la Fundación Color Esperanza y a su equipo de colaboradores.
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